El reto al que se enfrenta la medicina actual es evidente, pero que haya sucedido en un momento en donde la ciencia y los avances sanitarios son los más pronunciados de la historia, es cuanto menos esperanzador. Esta conjunción -reto sanitario y avance científico- está provocando que la maquinaria médica para encontrar una cura eficaz contra el coronavirus sea la más rápida que jamás se haya observado. No solo la OMS afirmó hace poco que
ya se están probando en el mundo 70 vacunas contra el coronavirus, (todo un hito en medicina) sino que los máximos responsables de la sanidad de las dos potencias mundiales más grandes, (EEUU y China) han afirmado que
tendrán una vacuna lista para este mismo año.
En Europa tampoco nos hemos quedado atrás en esta carrera, y es que no sólo
Reino Unido está avanzando de forma vertiginosa con su vacuna, sino que también Alemania ya ha comenzado a probar su vacuna en humanos. Ha sido el Instituto Paul Ehrlich (PEI), responsable de la autorización de los ensayos clínicos y de la evaluación y autorización de las vacunas en Alemania, quien ha dado su visto bueno al primer ensayo clínico de una vacuna contra la Covid-19 en el país germano.
La autorización de este ensayo es el resultado de una evaluación cuidadosa del perfil de riesgo / beneficio potencial del candidato a vacuna. Dicha vacuna, elegida por la compañía de biotecnología BioNTech en Mainz, es la llamada vacuna de ARN, que contiene la información genética para la construcción de la llamada proteína espiga de CoV-2 o partes de la misma en forma de ácido ribonucleico (ARN). A través de un comunicado, el PEI ha indicado que los primeros ensayos clínicos tienen como objetivo investigar la tolerabilidad general de los candidatos a vacunas, así como su capacidad para inducir una respuesta inmune específica contra el patógeno.
Fuente:
El Mundo
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