¿Por qué hay tan pocos fumadores infectados por coronavirus? Francia ya busca la respuesta


Los polémicos efectos de la nicotina sobre la Covid-19 están dando mucho que hablar en estos días. Aun así, es de justicia realizar una advertencia antes de continuar leyendo este post. Parafraseando al propio ministro de Sanidad francés, Olivier Vérin: "Cuidado, esto no quiere decir que el tabaco proteja. El tabaco causa más de 70.000 muertos al año. Significa que hay una pista interesante, junto a otras, que busca entender por qué el mecanismo bioquímico de la nicotina podría ser un marcador de resistencia frente a esta epidemia".

El primer estudio que relacionaba a los fumadores con una inusual cifra de contagios se produjo en China. Dicho informe, publicado en el New England Journal of Medicine, sobre más de mil contagiados, recensaba un 12,6% de fumadores, muy inferior al porcentaje de fumadores en China, 28%. Fue a mediados de marzo cuando en Francia, "el doctor Makoto Miyara, atrajo mi atención sobre la mínima tasa de fumadores entre los pacientes chinos hospitalizados", cuenta el profesor Zahir Amoura, jefe del servicio de medicina interna 2, enfermedades autoinmunes y sistémicas en el hospital La Pitié Salpêtrière de París, un centro público ligado a la Universidad de la Sorbona.

De los 343 pacientes hospitalizados en su centro sanitario, con una edad media de 65 años, sólo el 4,4% eran fumadores habituales. Y entre los 139 que han ido a consulta, edad media 44 años, sólo el 5,3% tenía el vicio. Según el último barómetro de Sanidad Pública de Francia, un 30% de los franceses entre 45 y 54 es fumador. En la franja 65-75 años el 8,8% de las mujeres y el 11,3% de los hombres fuman. "Es muy raro observar un factor protector de tal amplitud en epidemiología", ha señalado la jefa del departamento de Salud Pública de La Pitié, Florence Tubach, que tomó la decisión de realizar un estudio para corroborar la intuición inicial.

Otros datos de la Asistencia Pública-Hospitales de París, confirman esa diferencia significativa. De los 11.000 pacientes hospitalizados por Covid-19 desde que empezó la epidemia hasta comienzos de abril, sólo un 8,5% eran fumadores habituales. Asombroso contraste con el 25,4% de franceses adictos al tabaco.

La hipótesis de una eminencia 

Según escribe Iñaki Gil para el periódico El Mundo, a Jean Pierre Changeux, eminente neurobiólogo, profesor honorario en el Colegio de Francia y en el Instituto Pasteur, miembro de la Academia de Ciencias desde hace tres decenios y célebre por haber identificado el receptor de acetilcolina nicotínico, le había llamado la atención que algunas personas contagiadas pierdan el olfato. Eso le recuerda a otros virus como el de la gripe o la polio. "El coronavirus podría ser un virus neurótropo que se propaga, al menos parcialmente, por el sistema nervioso del epitelio al bulbo olfativo, luego al tronco cerebral hasta llegar a los centros respiratorios".

En declaraciones a Le Figaro, el biólogo cuenta cómo pensó en el virus de la rabia que entra en el sistema nervioso por los receptores nicotínicos y sube por la médula espinal. "Si se observa la secuencia genética del envoltorio del virus de la rabia, se aprecia un elemento muy curioso, próximo a la estructura del veneno de la serpiente": Estas proteínas del envoltorio tienen un 'dedo' que les permiten engancharse al receptor nicotínico y abrir la puerta para penetrar en la célula.

Changeux pidió a un colega del Instituto Pasteur, Felix Rey, la secuencia del coronavirus. Y ahí estaban las puntitas que tapizan su superficie, "que recuerda a los 'dedos' capaces de enlazar con el receptor nicotínico", ha explicado el biólogo. En ese momento, Changeux no está al corriente del estudio sobre el tabaquismo. Los fumadores son presentados como población de riesgo. Sobre todo porque su estado se degrada más rápido que el de otros pacientes hospitalizados.

El prestigioso investigador habló con Serge Haroche, premio Nobel de Física de 2012, que le cuenta que su hijo es médico de La Pitié y que sus colegas se interrogan sobre el efecto protector del tabaco. Y se pone en contacto con los médicos. "La hipótesis es que la nicotina, al fijarse sobre el receptor celular que utiliza el coronavirus le impide hacerlo a él y, después penetrar en las células y propagarse", explica a la Agencia France Presse. En dos palabras, la nicotina de los fumadores cierra al virus la puerta de entrada a las células porque estaba allí antes. Otra hipótesis, menos privilegiada, es que la nicotina reduciría además la excesiva respuesta inmunitaria que se manifiesta en los casos más graves.

Pero las hipótesis hay que probarlas

Se van a hacer tres ensayos con parches de nicotina en cuanto se organicen los grupos y se fabriquen parches sin nicotina que harán el papel de efecto placebo. El primer grupo busca 1500 sanitarios. Los otros dos tendrán por universo a 200 enfermos hospitalizados y a otros 200 pacientes en reanimación. Se trata de ver si la nicotina cura a los más graves, e impide a los otros desarrollar una forma grave de la enfermedad.

Cabe volver a enfatizar que es la nicotina lo que se está estudiando, y no el tabaco como tal. Como advierte Iñaki Gil en su artículo, "evite cualquier tentación que tenga usted de ir corriendo a la farmacia a por parches o al estanco a por tabaco. Lo primero es peligroso y lo segundo, malo." Al fin y al cabo, esta es sólo una vía más (de las innumerables que ya se están probando) que hace frente ante los interrogantes que va dejando a su paso el coronavirus. Tendrá que estudiarse concienzudamente hasta que se pueda correlacionar de forma factible -y científicamente probada- la nicotina con la contención del coronavirus. Estaremos atentos.

Fuente: El Mundo

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