Vence al coronavirus con casi 105 años: "Ni se ha enterado de lo que tenía, sólo un poco de moquillo y fiebre"


El contraste entre esta noticia y lo que las cadenas informativas híper alarmistas ofrecen a diario, es decididamente abismal. Pero a veces hace falta hallar historias como la de Elisa, arrinconadas en algunos periódicos digitales, para que la realidad vuelva a hacer gala de su mesura y anteponga la racionalidad al miedo. Y es que las matemáticas, cuya raíz es la objetividad, nos muestra que la tasa de mortalidad del coronavirus es mucho menor que la que el inconsciente colectivo ha interiorizado, (con ayuda de los informativos generalistas, todo sea dicho). De hecho, según el portal de información sanitario El Médico Interactivo, "un gran estudio realizado en China", epicentro del coronavirus, "muestra que la tasa de mortalidad es de tan solo el 0,66%". Quién lo diría después de ver el telediario matutino de turno, ¿verdad?

Pero vayamos con la superabuela del Bierzo. Elisa, nacida en mayo de 1915 en Bembibre, (León) se mudó joven a un pueblo del Bierzo, donde estuvo viviendo y trabajando en el campo "hasta sobrepasar los 100 años, sin pisar una residencia", detalla su nieto Braulio, "y los últimos cuatro los pasa ya ahí cuidada". Fue en la propia residencia, cuando el pasado el 31 de marzo les hicieron a todos el test (PCR) para comprobar si estaban infectados de coronavirus, cuando Elisa dio positivo.

"Ha tenido pocos síntomas, algo de fiebre, un poco de moquillo, cansancio... Nada, lo ha llevado muy bien", cuenta su nieto. Elisa ni siquiera requirió tratamiento, "los cuidados básicos y ya está". "Creo que andaba un poco fastidiada por no poder salir a pasear, con lo que le gusta a ella", narra Braulio. "Aunque sí la sacaban un poco por el pasillo las cuidadoras". Es probable que la naturaleza positiva, trabajadora y activa de Elisa doblegara a la pandemia: "Elisa ha hecho mucho trabajo físico en la huerta desde que era joven, de hecho ahora va al gimnasio de la residencia", explica su nieto.

La valiente Elisa, acostumbrada a plantar patatas y echar de comer a los cerdos durante toda su vida, "se merendó al dichoso coronavirus en un periquete". Ella, con una sonrisa permanente, "siempre recuerda las cosas por el lado positivo, lo bueno de todo", ¿será el optimismo una vacuna tan efectiva como la que ya se está preparando en Oxford? Pronto celebrarán su 105 cumpleaños; y que cumpla muchos más.

Fuente: El Mundo

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