Pero vayamos con la superabuela del Bierzo. Elisa, nacida en mayo de 1915 en Bembibre, (León) se mudó joven a un pueblo del Bierzo, donde estuvo viviendo y trabajando en el campo "hasta sobrepasar los 100 años, sin pisar una residencia", detalla su nieto Braulio, "y los últimos cuatro los pasa ya ahí cuidada". Fue en la propia residencia, cuando el pasado el 31 de marzo les hicieron a todos el test (PCR) para comprobar si estaban infectados de coronavirus, cuando Elisa dio positivo.
"Ha tenido pocos síntomas, algo de fiebre, un poco de moquillo, cansancio... Nada, lo ha llevado muy bien", cuenta su nieto. Elisa ni siquiera requirió tratamiento, "los cuidados básicos y ya está". "Creo que andaba un poco fastidiada por no poder salir a pasear, con lo que le gusta a ella", narra Braulio. "Aunque sí la sacaban un poco por el pasillo las cuidadoras". Es probable que la naturaleza positiva, trabajadora y activa de Elisa doblegara a la pandemia: "Elisa ha hecho mucho trabajo físico en la huerta desde que era joven, de hecho ahora va al gimnasio de la residencia", explica su nieto.
La valiente Elisa, acostumbrada a plantar patatas y echar de comer a los cerdos durante toda su vida, "se merendó al dichoso coronavirus en un periquete". Ella, con una sonrisa permanente, "siempre recuerda las cosas por el lado positivo, lo bueno de todo", ¿será el optimismo una vacuna tan efectiva como la que ya se está preparando en Oxford? Pronto celebrarán su 105 cumpleaños; y que cumpla muchos más.
Fuente: El Mundo
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