Sucesivos Impactos

Nuestros colegas mexicanos nos han sugerido “… reservar el pesimismo para cuando las cosas vayan bien…”. Nada más cierto.

La incidencia de nuevos casos de COVID-19, desde julio de 2020, ha avanzado en gran parte del país, pese a las recomendaciones de sociedades científicas, asociaciones profesionales, grupos de trabajo y expertos en diferentes campos de conocimiento y especializaciones que buscaban minimizar este impacto.

A principios de marzo de 2020, en el inicio del brote de COVID-19 en diferentes puntos del país, este grupo de trabajo se activó y, tras analizar la situación, tanto en hospitales como en atención primaria, identificó una serie de problemas que limitaban la capacidad de respuesta de centros, equipos y profesionales, que enfrentaban una situación inédita con medios muy limitados.

Nuestra propuesta se concretó en una serie de recursos dirigidos a fortalecer esos equipos y dar apoyo a los profesionales en quienes el estrés agudo y el daño moral estaban haciendo mella. También, empezamos, en esa fecha, a preparar la fase de recuperación de dichos centros, equipos y profesionales para lograr una adecuada atención sanitaria tras el impacto de la pandemia en pacientes COVID-19 y NO COVID-19.

Las recomendaciones orientadas a la recuperación del conjunto del sistema, de sus instituciones y de sus profesionales apenas han contado con tiempo para ser valoradas. La incidencia de nuevos casos repuntó demasiado rápidamente tras finalizar el estado de alarma. Los problemas que experimentan ahora el conjunto de profesionales que atienden a pacientes COVID-19, y de quienes dan apoyo a estos profesionales, son distintos a los que se vivieron en el primer impacto de la pandemia.

La estructura de esta página web, diseñada para otro entorno, requiere adaptarse a esta nueva realidad. Lo que en marzo y junio respondió a unos problemas concretos del momento, ahora se ha visto superado por la evolución sin tregua de la pandemia.

La vivencia más comentada entre profesionales tiene que ver con sentimientos desilusión, desamparo, desmotivación, descreimiento y decepción que conducen al burnout. El voluntarismo, la cooperación y el trabajo multidisciplinar fueron la respuesta para “sacar adelante” al mayor número de personas posible. Esa misma respuesta en el actual entorno es más difícil que se produzca. Demasiado rápidamente se ha pasado de los aplausos de los balcones al descontento de la población por la demora en la asistencia o por la dificultad que pacientes NO COVID-19 manifiestan para ser atendidos. El miedo a que se repitan las situaciones vividas en la atención de pacientes COVID-19 afecta también a la capacidad de respuesta activa de muchos profesionales.

En esta sección denominada "Sucesivos Impactos" recopilamos los siguientes contenidos: