Un artículo publicado en BMJ Quality & Safety postula que en estos momentos de crisis sanitaria, es necesario que los médicos acepten que “menos es más”, y considerar que “más” intervenciones médicas pueden causar daños a los pacientes y el desperdicio de recursos limitados del sistema de salud. A este respecto se indica que cuando las prácticas que se adoptan carecen de una evaluación científica más allá de la evidencia a nivel de serie de casos, pueden desembocar en daños significativos.
Los autores del artículo, Christine Soong, Karen B. Born y Wendy S. Levinson, afirman que “dada la naturaleza altamente infecciosa de Covid-19, existe una mayor urgencia, ya que muchos pacientes son los propios trabajadores de la salud que han contraído el virus mientras luchaban en primera línea”. “Este elemento nubla aún más el juicio clínico con emociones de miedo, impotencia y ansiedad, y aviva el impulso de hacer algo más en el cuidado de pacientes con Covid-19”, aseveran los autores, que después comentan que “hacer menos en el tratamiento de Covid-19 primero protege a los médicos y a los pacientes de daños, conserva recursos limitados de atención médica y apoya métodos de investigación rigurosos”.
La actual pandemia a la que se enfrenta el personal sanitario profesional y no profesional conlleva una incertidumbre clínica, presiones públicas y escrutinio, junto con una fuerza laboral de atención médica reducida. “En el estado de nueva normalidad de recursos sanitarios limitados, menos es más, ahora más que nunca”, concluye el artículo.
Autores: Christine Soong, Karen B. Born y Wendy S. Levinso
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